Mi ingreso al mundo de las terapias complementarias comenzó por mera casualidad al comprar un colgante sin saber que era un péndulo de cuarzo. Para mi sorpresa comenzé a sentir las energías fluir en un sentido en otro, lo que por curiosidad me llevó a investigar. 

Durante un tiempo lo mantuve como un hobbie pero producto de una grave situación de salud que me tuvo al borde de la muerte, inicié un proceso de auto-sanación y profundización en esta ciencia-arte que es la radiestesia.